EL ORIGEN

Siempre sentí una particular atracción por los fuegos artificiales y para mí son un símbolo de lo etéreo de la vida, de lo fugaz que son los momentos. Asimismo, son un ejemplo de que de la nada se puede crear algo bello y de que la energía siempre se transforma. Al igual que sucede en la vida, que está en constante cambio. 

Flor Da Valle

Noviembre 2012